Como cada mes, en enero tendremos luna llena y será la primera del año. Según vayan avanzando los días, la Luna será cada vez más visible, hasta que la máxima visibilidad se produzca con la luna llena del día 12 de enero. A partir de entonces, la Luna irá menguando, y el día 28, poco antes de terminar el mes, se producirá la luna nueva. El día 31 de enero finalizará el mes con la Luna en un 10 por ciento visible. ¿Alguna vez has oído hablar de que la luna llena puede afectarnos en nuestra vida diaria? La realidad es que el satélite de la Tierra ejerce una gran influencia sobre la Tierra, y de hecho, La luna es responsable del movimiento de las mareas. El refránde este mes, que homenajea al aspecto del satélite durante enero hace mención además a la belleza de ese primer amor que viven todos los hombres y mujeres a lo largo de su vida. A veces breve y otros para siempre, nadie puede negar la fuerza del primer amor. ¿Sabes de donde viene? ¿Cuál es su origen? Este dicho data del siglo XVI y se transmitía a través del saber popular que compartían de forma oral entre los pueblos. Viene además, de la mezcla de varias lenguas como el portugués y el español. En 1555 el Comendador Hernán Núñez publicó su obra ‘Refranes o proverbios en romance’, en la que se hace mención por primera vez a la cita “La Luna de Enero y el amor primero”. Además, en uno de esos refranes destaca el imponente aspecto del satélite en este mes: “La Luna de enero no tiene par, sino la de agosto que le da en el rostro”. Este refrán evoluciona hasta la forma en la que lo recoge Alejandro Correas en 1627, en su ‘Vocabulario de refranes populares y frases proverbiales’ a lo siguiente: “Luna de enero no tiene compañero, sino la de agosto que la da en rostro”. Un tiempo después, el autor Luis Galindo recogía en sus ‘Sentencias filosoficas i verdades morales’ una versión bastante transformada de la original: No hay luna más clara / que la de enero; / ni amores más queridos / que los primeros. Por primera vez se compara la pureza del amor con el aspecto nítido y limpio que ofrece la Luna al brillar por la noche. Hay que recordar además que se trata de la época invernal, por lo que su aspecto suponía un confort para atravesar los meses más duros del año en su época. ¿Y tú? ¿Recuerdas ese primer amor? Ya no tienes excusa para no mirar al cielo en enero. Ya lo decía Juan Ramón Jimenez, autor de ‘Platero y yo’: “La luna asombra mi vida como si fuera una ilusión”
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